Altar

Aveces, en medio de un horrible lugar, como lo es el mall, se pueden encontrar pequeños refuerzos, o zona de protección de daño humano.
Normalmente  es en ese sillón, dentro de un cafe, acompañado de un capuccino caliente en  las manos, y con el nombre de otra persona. Ahí, cerca del taburete desocupado, en donde la mesita lleva un lampara de pantalla tejida por las arañas de la memoria de otro mas.
Es en esos lugares en donde se debería poner un altar para las personas asustadas; de los que en un momento se encuentran ahogándose dentro de la vida diaria.
Pondria quizá un lugar así, en ese horrible lugar, y le ofrecería un café a cada persona que llegue arrastrándose, al tratar de salvarse.
Les dejaría mesas solo con una silla, mientras los ayudo a sobrevivir a tal terrible vivencia.
Mientras eso no pase, seguiré esperando que esos espacios no los ocupen con mesas comunes, para grupo de personas, amigos, conocidos, primos, colegas, amantes.