martes, 24 de mayo de 2016

No te olvido, Carmen

Carmen se sentó en el fresco asfalto nocturnos,
Tan fresco como el verano lo permitía.
Se acomodo los zapatitos con cuidado, mientras miraba el cielo manchado.
Su muerto corazón latía suave
En su rítmico réquiem constante.
Muy a su pesar era noche sin luna, y en su infantil rostro se reflejaba nostalgia.
Fue en una noche como esa...estaba bajo la misma constelación.
Así fue, pensó.
Tenia Ganas de seguir caminando.
Antes le gustaba caminar kilómetros y kilómetros, pero esos caminos ya no existían.
Pensó si alguna vez la volverían a recordar.
Tristemente creyó que no, entonces se levanto de la vereda y monto a su amigo que tanto extrañaba, se llamaba azabache, y le gustaba las zanahorias.








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"Tambien digo "jo" muchas veces. En parte porque tengo un vocabulario pobrisimo, y en parte porque a veces hablo y actuo como si fuera mas joven de lo que soy."