Santiago es una extraña ciudad que te enamora y a la vez espanta.
Es como un amante vil que te golpea y quita el sueldo, luego ya no puedes dejar porque le diste todo.
Pero es como enamorarse de alguien, nadie mas es importante, nadie mas existe para uno.
Asi siento a veces, todo es Santiago.
Pero es mi eterno enamoramiento, al cual algún día dejaré de pertenecer.
Te sabes las calles, los locales y negocios. Sabes donde están tus viejos pasos, y te hace escribir unos nuevos a diario.
Quizá no se quedarme, porque nunca me lo pidió.
Pero siempre está dispuesta a recibir mas personas, y a mí botarme en un callejón.
Santiago es una extraña ciudad, que te hace recordarla con un nudo en la garganta, aun cuando no te has ido.
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"Tambien digo "jo" muchas veces. En parte porque tengo un vocabulario pobrisimo, y en parte porque a veces hablo y actuo como si fuera mas joven de lo que soy."