Canta el gallo en la mañana y corre tras puerta.
Los ojos del amanecer te pueden encontrar.
Pero la boca muerta abierta del barco te toma y no te deja.
Las pisadas te alcanzan y atraviesan el aliento.
Al fin levantas la mirada, te miro (me miro), te sigo escuchando.
Te quieres acostar otra vez, pero el letargo empieza a aburrir.
Y sigue ahi en pié. Tratando de sonreir a ver si amaneces.
Ya van dias sin hablarte (hablarme), y el recuerdo te hace querer hacerlo.
Pero aun sientes miedo de sus respuestas.
viernes, 18 de agosto de 2017
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"Tambien digo "jo" muchas veces. En parte porque tengo un vocabulario pobrisimo, y en parte porque a veces hablo y actuo como si fuera mas joven de lo que soy."